No había pasado una semana del CAVA en Ascari cuando tenemos el ojo puesto en el Rally Andalucía, y todo en un 2020 en el que casi todas las pruebas se han caído. La cancelación del Rallye du Maroc ha obligado a la organización del rallye a buscar otra ubicación. Además, contaba con la etiqueta «Road to Dakar», lo que significaba que íbamos a poder disfrutar de la mayoría de los participantes de la prueba reina del raid.
Esto del COVID lo complica todo, y si conocer tramos y ubicaciones de un rallye de tierra es complicado, imaginaros de un rally de estas características. Lo último que la organización necesitaba era público. Pero al final siempre hay gente que se dedica a buscar información y pudimos dar con un buen rutómetro para ver el rally.
Las etapas discurrían por tramos largos a una pasada, por lo que la posibilidad de verlos dos veces por día pasaba por irnos al comienzo del tramo y salir pitando para el final del mismo. Entre las motos y los coches había unas dos horas de diferencia. Y los coches salían a 4 minutos de diferencia entre ellos.
Nos juntamos un buen número de rallytrastornados de PetroRacing y el miércoles quedamos para ver la primera etapa cronometrada del rally. No tenía muy claro los días que iba a ir a ver la prueba, pero prefería ir los primeros. Una prueba de estas características pone a prueba pilotos y máquinas, y mientras más pasen los días más nos arriesgamos a no ver algún participante.
Con los primeros rayos de sol vimos pasar a las primeras motos por una de las zonas donde se les limitaba la velocidad. Esto mismo te deba un poco de libertad de jugar con el sol bajo y los encuadres.
Aprovechando el paso de las mismas nos fuimos adentrando en el tramo, que estaba compuesto por arena prácticamente. Era una gozada porque se asentaba muy rápido entre pasada y pasada. Y daba mucho juego con las estelas que levantaban las motos.
Poco a poco fuimos adentrándonos en el tramo, hasta llegar a una zona donde el terreno se volvía más duro y polvoriento. En esa zona decidimos ver los coches. Ahora con perspectiva creo que nos equivocamos. Buscábamos una zona rápida, es una pasada ver los coches pasar a unas velocidades de infarto por un simple carril de tierra. Pero teníamos el chip «modo rallye» en la cabeza todavía.
Estos vehículos están preparados para sortear dunas como si nada, y el típico bache o rasante donde normalmente pillaríamos un salto estas bestias no se despegaban del suelo. Así que allí andábamos, pensando donde íbamos a poner el huevo hasta que pasó el helicóptero de seguridad y nos indicó que allí pegados a la recta no podíamos estar. En fin, como si fuéramos nuevos… ponernos pegados a la recta. Eso hizo que el paso de Sainz nos pillara en medio de unos olivos y verlo, lo que se dice verlo… no lo vimos.
Nos quedamos planchados…
Poco a poco fuimos regresando a donde teníamos el coche, pensando que en la zona arenosa del principio seguramente los coches habrían dado más juego. Pero bueno, no siempre acertamos. Nos subimos en el coche, nos pegamos más de una hora de camino a donde queríamos ver la segunda pasada de los coches (ya que las motos no nos daba tiempo) y cuando llegamos el jarro de agua fría. Tramo neutralizado. Primer día de rally y sin foto de Sainz…
Así que nada, de vuelta a casita pensando en el segundo día y poder ver por fin al «Matador» con su Mini del Dakar.
El plan del jueves era básicamente el mismo. Ver las motos y los coches por la mañana, y tirar para final de tramo para ver los coches otra vez. La zona era espectacular. Rodeada de árboles y maleza, ya con el paso de las motos y los primeros rayos de sol disfrutamos como enanos.
¡¡¡Y por fin nos pudimos traer la foto de Sainz!!!
Además, cerca de donde aparcamos había un pequeño paso de agua, que tras los primeros participantes se fue convirtiendo en una generosa poza de agua y barro. Y eso nos da un juego…
Tras el paso de todos los participantes y un buen «refuelling» nos dirigimos a la zona donde íbamos a echar la tarde. Y esta vez si tuvimos suerte. Una zona más abierta pero con curvas enlazadas donde pudimos disfrutar de nuevo del paso de estas bestias de devorar dunas.
Al final en coches se llevó el gato al agua Nasser Al-Attiyah. La verdad que el trazado de la prueba no beneficiaba ni mucho menos al Mini. Un más que meritorio segundo puesto demostraba que hay Sainz para rato.
Sin más, os dejo algunas de las fotos que pude hacer en este Rally de Andalucía 2020. Y esperemos que la de este año sea la primera y no la única edición de esta prueba.
Un saludo y hasta la próxima entrada.