Que alegría me dio volver a ver que este 2013 se hacía de nuevo el rallye Gibralfaro. Es uno de los históricos en la provincia de Málaga, junto con mi añorado Costa del Sol (ainssss…) y discurría por unos tramos preciosos. Así que a pesar de llevar una racha liadísimo con proyectos y cursos que me han quitado muchísimo tiempo (este año no he ido ni siquiera a Ubrique) no podía dejar de pasarme aunque fuera un rato. Con mi amigo Arturo me acerqué al parque cerrado a ver los coches y las verificaciones, y saludar amigos y conocidos.
Allí entre máquinas, pilotos, tirafotos y amigos echamos la mañana. Después tiramos para los tramos. Teníamos en mente la idea de ver solo una pasada de los de la mañana, así que decidimos irnos a Casarabonela, a la zona final ya que era más rota y revirada. Allí estuve compartiendo cuneta con David Gómez y Jose González, copiloto de Juan Ángel Ruiz. Por problemas en los diferenciales de su Subaru no pudieron salir, así que echamos un rato de fotos juntos.
Como solo me iba a quedar una pasada lo tenía claro: quería hacer unos barridos. Así que busqué el interior de una horquilla a izquierdas en bajada y le puse el ya reparado 24-105 a la 7D. Era mi primer rallye con la cámara nueva. Y al igual que en el circuito se portó como una campeona.
La cantidad de ajustes que posee, muchos más que la 40D hace que sea más difícil de configurar, y a su vez es más delicada con la exposición y el grano o el enfoque. Pero es una delicia. La ráfaga, el ruido a ISO’s altos… Contentísimo con ella.
Tras unas pocas fotos del rallye y con ganas de haberme pegado todo el día de cuneta en cuneta nos fuimos de vuelta. Pero con el mono de gasolina quitado y deseando ver más pruebas por la provincia de Málaga. Sin más, os dejo unas cuantas fotos de la prueba y hasta la próxima entrada del blog.
Un saludo.